jueves, 1 de marzo de 2012

Crónica de un duelo anunciado



La disputa entre Falcioni y Riquelme provocó un resquemor innecesario que solo sirve para debilitar a un equipo Xeneize que hasta se mostraba sólido y casi imbatible.

¿Puede ser que en un misma semana, la pelea entre los dos referentes de un equipo importante del fútbol argentino en plena cancha quede de lado, debido a la disputa entre un director técnico y el plantel en un vestuario, en el que nadie supo exactamente que pasó? Si puede porque estamos hablando de Boca, que cuando anda bien es noticia y cuando las cosas se ponen feas, también lo es.

El enfrentamiento entre Falcioni y Riquelme no es nuevo. Hay que remontarse prácticamente al comienzo del ciclo del DT, quien en el verano pasado armó su equipo pero sin prepararlo para la presencia del Diez. El resultado lo sabemos todos, resultados óptimos en la pretemporada y un debut estrepitoso en el Clausura. Luego en la semana previa al duelo con All Boys, el entrenador marcó su territorio y lo sacó de la titularidad. El empate sin goles luego de una pobre actuación hizo recapacitar al coach.

Sin embargo, era obvio cual de los referentes era el predilecto de JC. Palermo, quien tuvo el peor arranque en un torneo desde que llegó Boca, se mantenía en el equipo, pese a la presencia amenazante de Viatri. Riquelme, con su problemas físicos a cuesta, rescató con sendos tiros libre al equipo, que empezaba a construir una buena racha.

El adiós de Palermo descomprimió el vestuario. La llegada de Schiavi de buena relación con los dos bandos del plantel sirvió para unir fuerzas. El pacto tácito entre Roman y el DT ayudó al fortalecimiento y el nivel excelente del Diez hizo que el campeón diera los primeros pasos. El título hizo que todo parezca paz y tranquilidad. Sin embargo, la ausencia del enganche en la segunda mitad del certamen hizo que creciera la imagen de Falcioni, y con ella, también su ego.

La culpa no es de Falcioni o de Riquelme. Todo volvió a resurgir con la ya famosa celebre del Diez “A mi el DT me hizo correr como un boludo y no dije nada”, rememorando el affaire de comienzo de 2011 que parecía quedar en el pasado. La opinión pública compuesta por muchos anti Riquelme y, ahora, también antiFalcioni, que hicieron enfásis en esos dichos instalando la idea de una pelea que no trajo buenas vibras de cara al duelo con Santamarina.

Luego en Venezuela todo se acentuó. Un Falcioni enojado le recriminó a Cvitanich su ubicación en la cancha, y le habría dicho “eso te pasa por escuchar a Riquelme”. El delantero le comentó a Roman, y los dos fueron a hablar con el DT, y la discusión paso a mayores. Lejos de bajar los decibeles, el macrismo que gobierna el club no ocultó la información. Luego, la reunión con los referentes del plantel demostró que los jugadores estaban alineados con el Diez.

El sentido común terminó ganando, y todo quedó como era entonces. El flojo rendimiento en los dos partidos. El copero y el duelo ante Unión deja poco para analizar futbolísticamente. Solo que el equipo extrañó a Clemente y el físico del equipo no estuvo a la altura, lo que obliga a repensar el trabajo de dosificación de esfuerzos de cara a los compromisos venideros.

SINTESIS

VS ZAMORA: Orión 6; Sosa 5, Schiavi 6, Insaurralde 5, Roncaglia 5; Rivero 5 (Chávez) , Somoza 5, Erviti 4 (Ledesma), Riquelme 4; Cvitanich 4 (Mouche 4), Silva 5

VS UNION: Orión 8; Sosa 5, Schiavi 5 (Caruzzo 5), Insaurralde 6, Roncaglia 6; Rivero 5, Somoza 5, Erviti 4 (Colazo (Ledesma)), Riquelme 4; Mouche 5, Cvitanich 5

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