jueves, 26 de abril de 2012

Todo un parto




Boca venció por penales a Olimpo en una serie sin fin por 11 a 10. Mouche que marcó un golazo en los noventa minutos y acertó en el último penal. El uruguayo Sosa atajó dos penales y muchos chicos sin rodaje tuvieron que patear y no defraudaron.



Por el sufrimiento y porque Boca jugó con muchos  pibes, fue un verdadero parto. Pero cuando se sufre, más se goza al final. Por eso el festejo de estos chicos, que se recibieron de jugadores de Boca.  Pudieron ganar en la serie de penales, en una serie dramática por 11 a 10. Todos los jugadores tuvieron que patear, algunos con experiencia, otros con escaso rodaje y otros que debutaron esta noche misma de Catamarca, como fue el caso de Emanuel Insua, y ninguno titubeó. Tras el 1 a 1 en los 90, Boca pudo respirar recién cuando Mouche marcó el único tiro desde los doce pasos, como no podía ser de otra manera, la pelota entró con suspenso, ya que el buen arquero de Olimpo Ibáñez rozó el disparo.

Boca tardó mucho más de media hora para acomodarse en la cancha y hacer su juego. Chávez no está teniendo un gran semestre, salvo algunas excepciones como el duelo ante Estudiantes, y esto lo ratificó en la serie de penales, en los que erró dos remates. Pero en los 90, el Pochi no fue ese enlace que con vértigo maneja el equipo. La antítesis es Mouche de gran año, con goles en todas las competencias, y marcó un golazo en el partido, y no titubeó en la serie.

Sánchez Miño no fue tan decisivo en ataque pero siempre que se anima juega limpio y conciso. Otro que no anda bien es Rivero. No solo perdió el puesto por el nivel de Ledesma, sino que él se siente sin confianza. El Burrito cometió un torpe penal que complicó un duelo que iba con destino a victoria, porque Olimpo era tibio en ataque.

El Xeneize hizo su juego recién después del minuto 40 de la primera etapa. Mouche estuvo endemoniado e indescifrable pero faltó punch para definir.  Tanto en ese lapso, como en el primer cuarto de hora del complemento, Boca fue superior pero no generó tantas situaciones. Sin embargo, una buena jugada personal del zurdo delantero abrió el tanteador.

Con la locura que era el estadio, con record de público para la Copa Argentina y con gente en la montaña viendo el partido, poco hacía imaginar la levantada del elenco bahiense. Pero llego el tonto penal de Rivero, quien tropezó y tocó al rival. Penal cambiado por gol por Rolle.

Después de ahí, los juveniles volvieron a tomar las riendas del partido pero no pudieron definirlo. Sin oportunidades claras,  el camino fueron los penales. Erraron Rolle y Cháves dos enganches, pero después hubo veinte penales seguidos convertidos. Tuvieron que repetir los pateadores,  y los resultados fueron igual ya que los dos enlaces volvieron a marrar. Sin embargo, Franzoia disparó su tiro a las nubes y Mouche no perdonó.

BOCA: Sosa 7; Enzo Ruiz 6, Sauro 7, Caruzzo 6, Sánchez Miño 7; Rivero 4 (Emanuel Insua), Benavidez 7, G. Fernández 5 (Araujo); Chávez 5; Mouche 8, Blandi 6

Convirtieron para Boca: Mouche 2, Caruzzo, Araujo, Blandi, Sauro, E. Insua, S. Miño, E. Ruiz, S. Sosa y Benavídez.

Punto agridulce


Boca pudo ganarlo pero sumó una igualdad ante Belgrano que le sirve para mantenerse en la punta junto a Newell´s.

Fue realmente muy chato el partido en Córdoba, ni Boca pudo hacer su juego ni Belgrano se animó a atacar al campeón. El empate termina siendo un resultado lógico, pero de haber un ganador debió ser el Xeneize que intentó quedarse con los tres puntos.

No fue el mejor partido del conjunto de Falcioni. Fue uno de los que menos volumen de juego tuvo. También careció de profundidad. Riquelme estuvo bien controlado por los volantes locales. Sin embargo, Erviti se mostró más activo, que otras veces, ya que cuando está el 10, el marplatense toma un rol secundario. No obstante, el zurdo sacó un balazo que casi se le mete a Olave.

Pero cuando Boca se mostraba como leve superioridad, fue el Pirata el que golpeó primero.  La defensa quedó mal parada, y tras una serie de rebote, incluida una gran atajada de Orión, Matías Giménez encontró el rebote, y mando la pelota a la red.

Boca acusó el golpe y arrinconó a su adversario. Con más fuerza que fútbol, con más aproximaciones que jugada clara. Pero quedo claro que la ventaja parcial, con la que terminó el primer tiempo, era injusta.

El complemento arrancó con el cuadro de la ribera con la misma actitud. Riquelme en una versión más solidaria y activa a la hora de recuperar, le robó una pelota a Farré –el mismo que mandó al descenso a River-, y el 10 se la cedió a Silva, quien asistió a Erviti para que el ex San Lorenzo saque un zurdazo imponente.

El empate era justo. Boca fue más pero no fue el vendaval que era cuando perdía. Sacó el pie del acelerador, y solo tuvo una clara, cuando Silva cabeceó y Olave tuvo una atajada imponente abajo. Sin embargo, el ataque Xeneize empezó a languidecer, la defensa del anfitrión pudo respirar, y de a poco, salió sin complicar la noche a los defensores.

Ante un estadio Kempes, que tuvo su record de recaudación desde su reinaguración, Boca consiguió un punto que le sirve para mantenerse en lo más alto pero con la compañía molesta de Newell´s, un equipo que no tiene apellidos resonantes pero tiene una identidad de juego que le asoció el Tata Martino. Los leprosos y Vélez parecen los grandes rivales a la hora del título pero está todo muy parejo.

BOCA: Orión 6; Sosa 6, Schiavi 5, Insaurralde 6, Sánchez Miño 6; Ledesma 6, Erbes 6, Erviti 7; Riquelme 6; Cvitanich 5, Silva 6

jueves, 19 de abril de 2012

Destino Chile

Boca sufrió más de la cuenta para ganarle al modesto Zamora por 2 a 0 pero estuvo a punto de birlarle el primer puesto a Fluminense pero el cuadro brasileño derrotó sobre la hora en Sarandí. De esta manera, el Xeneize viaja al país trasandino para enfrentar a Unión Española.

Esos dos puntos perdidos en el debut en Venezuela. O esa derrota inmerecida ante Fluminense. Uno de esos dos motivos, fueron los que impidieron a Boca ser el líder del grupo. Pero estuvo a segundos porque el Flu no le ganaba a Arsenal hasta el último minuto, lo que ponía al Xeneize, con su 2 a 0, ante Zamora como líder y como uno de los cuatro mejores primeros, al menos. Pero llegó ese gol, y el equipo de Falcioni terminó como arrancó la jornada, escolta y clasificado sin contratiempos.

La cuarta victoria consecutiva en la fase de grupo fue previsible, pero tardó en llegar. Recién en los últimos veinte pudo doblegar a la Cenicienta de la Copa. El rival más débil del grupo, y tal vez el más pobre de toda la competición. Pero enfrentar a Boca, genera un plus, y si a eso le agregamos cierta parsimonia debido a que ya se estaba clasificado y en los papeles el rival era muy inferior, armaron un coctel que dejaron al Zamora cerca de un empate histórico, que aún eliminado iba a tener tinte de heroico.

Boca, más allá de su andar tranquilo, tuvo algunos errores tácticos como el de poner a Rivero, por izquierda, y al Pochi, otra vez como carrilero  y por derecha. Lo más lógico hubiese sido intercambiar esos roles. Tal vez puso al Burrito para ayudar a Sánchez Miño en la recuperación, pero el volante zurdo, ha hecho las cosas bastante bien, como para pensar que podía detener a los timoratos avances visitantes.

Sin embargo, un error de Caruzzo, le permitió a los venezolanos quedar cara a cara con Sosa. Pero el delantero definió mal. Otra salida a destiempo del defensor, provocó una grieta en el centro pero esta vez fue bien abortada por el seguro arquero. Esas fueron solo dos jugadas aisladas. Boca fue más, con la presencia de Mouche, quien tuvo libertades por derecha como pocas veces.

Si el Xeneize no se puso en ventaja, fue porque no pisó el acelerador. El Pochi terminaba todas las jugadas mal, y Blandi no estuvo fino en la definición. En el complemento, se agudizó el mal desempeño de Boca, que no tuvo tanto espacio a la hora de atacar. Zamora se sintió cerca de la hazaña y mordió en cada pelota.

Empatar hubiese sido casi un papelón. Tal vez menguado por el hecho de jugar con la tranquilidad de estar clasificado. El gol llegó de una forma polémica. Centro de Sosa, Araujo se la bajó con la mano a Blandi, quien definió perfecto. Tan cierto como que el gol debió ser convalidado por la intención del delantero de dar el manotazo, es que también le estaba haciendo falta.

Al rato, llegó el segundo gol. Araujo bajó muy bien una pelota con la cabeza, para la aparición de Riquelme para liquidar la historia que ya estaba sentenciada en el momento del primer gol. El Xeneize no hizo mas goles solo porque no quiso. El 2 a 0 lo dejaba líder pero en Sarandí hubo más noticias. El gol de Fluminense puso al conjunto carioca como el mejor de toda la clasificación. Lo fue solo en resultado, porque en Buenos Aires ganó siendo superado por Boca, y en Río el Xeneize mostró su estirpe y supo derrotarlo. Eso es lo que más tranquilo nos puede dejar. Si el mejor de la primera fase, fue un combinado al que Boca ya derrotó, Boca no es menos que nadie. Y ahora empieza la verdadera Copa. Unión Española de Chile nos espera.

BOCA: Sosa 6; Franco Sosa 6, Sauro 6, Caruzzo 5, Sanchez Miño 6; Chavez 5, Erbes 6, Rivero 5; Riquelme 7; Mouche 6 (Araujo 7), Blandi 7




martes, 17 de abril de 2012

Laverni 2-Boca 1

El Xeneize cayó en Victoria ante Tigre pero otro hubiese sido el resultado con otro arbitro que cobró dos faltas inexistentes que terminaron en los tantos del local y anuló un gol polémico de Ledesma con el partido igualado.

Boca perdió 2 a 1 ante Tigre y ya no es más el único líder del torneo, ya que ahora la acompaña el sorprendente Newell´s en la cima. La derrota se dio por errores del arbitro pero también por fallas propias, tanto táctica como individuales. Sin embargo, luego de jugar en la semana la caída no es para dramatizar pero sin para tener un baño de realidad, ya que pelear en los tres frentes va a ser complicadísimo.

Sin Riquelme y sin Chavez, Falcioni volvió a su esquema fetiche 4-4-2 pero puso a Mouche, como volante carrilero en lo que fue tal vez un premio para que el sorprendente goleador recupere la titularidad pero terminó siendo un desacierto porque no fue ni delantero ni mediocampista, fue un híbrido que tocó pocas veces la pelota, y no sintió el retroceso. Lo mejor hubiese sido ubicar a Sánchez Miño, una de las revelaciones del equipo, y que juegue en su puesto natural.

Poco había pasado en la primera media hora, hasta que Laverni le simplificó todo a Tigre, al cobrar una falta inexistente a Luna, en la puerta del área. El remate de Diego Morales fue fantástico y el Matador que venía de tres derrotas seguidas, pegó el primer grito de la tarde noche. A Boca le costó la transición defensa-ataque ya que no dispuso de un enganche.

Pasó poco más en esa etapa y en el complemento, Boca fue con más ganas que fútbol y pudo haber sufrido alguna contra, pero al local le faltó profundidad. Recién a partir de los veinte el ataque Xeneize fue más consistente. Y llegó al empate, gracias a Insaurralde. Faltaban diez y pudo ganarlo pero enfrente estaba Laverni.

Ledesma tuvo el segundo gol, definió bárbaro ante Javier García pero el referí supuso que se llevó la pelota con la mano intencionalmente. Nadie de Tigre había levantado aunque sea la mano, pero Laverni paró la jugada. Minutos después ya en el epílogo, volvió a cobrar una falta cerca del área –esta vez tiene al menos el beneficio de la duda-. El centro venenoso encontró la cabeza de Schiavi que descolocó a Orión y marcó el gol de la derrota en una fatalidad.

Boca que hizo poco, mereció al menos el empate, y lo siguió yendo a buscar, más allá de que solo quedaba el tiempo de descuento. Tuvo la igualdad, pero Echeverría salvo en la línea. No fue la tarde de Boca. Tampoco del arbitro Laverni. O sí. Vaya a saber uno si lo hizo adrede o no. Lo cierto es que las únicas dos veces que este juez arbitró al Xenieze a lo largo de la temporada, perdió.

No es para dramatizar. Boca perdió pero sigue arriba –pero con compañía- falta la mitad del torneo y habrá que ver si puede luchar en los dos frentes –el torneo y la Libertadores, en la Copa Argentina se supone que irá un equipo alternativo-. Jugando mal no mereció perder. Regaló un tiempo. Pero todavía está a tiempo de cometer errores tácticos de entrada.

viernes, 13 de abril de 2012

Siamo dentro




Boca se clasificó en Brasil, al superar por 2 a 0 a Fluminense en una contundente actuación. El equipo todavía puede ganar el grupo la semana que viene y así escalar posiciones en la tabla general.

Lejos quedó la imagen tragicómica de Venezuela, en la que Falcioni casi deja el equipo. También atrás en el tiempo, bien atrás, ese semana de derrotas injustas y ese primer tiempo con Arsenal, en Sarandí, en el que Boca coqueteó con la eliminación. Pero reajustó el camino, y finalmente, con una actuación solida y contundente, se vengó de Fluminense, lo derrotó 2 a 0, y se clasificó a la siguiente ronda.

Futbolísticamente Boca no brilló. Cuando no esta Riquelme, es difícil que eso suceda. El Pochi no tuvo un gran actuación en ofensiva. Si mostró una cuota de sacrificio importante. Lo mismo que Ledesma, y, sobretodo, Erbes, quien no había tenido una buena actuación ante Argentinos, el domingo en la Bombonera.

El Xeneize supo maniatar a Deco y a Thiago Neves, y a los laterales. No sufrió tanto en defensa y si bien casi no inquietó en ataque, hizo bien los deberes. La única llegada fue el gol de Cvitanich, Silva anticipó a su marcador, y el ex delantero de Ajax definió espectacular, pese a la embestida del marcador.

Muy atrás estuvo Boca en el inicio del complemento. Bien metido atrás no dejó espacios para que el rival lastime. Deco, un crack de estirpe mundial, nunca apareció y el cuadro carioca lo sintió. Hasta que llegó el segundo gol Xeneize, gracias a un centro de Mouche que encontró la aparición fantasmal de Sánchez Miño.

Parecía situación liquidada, pero Boca se confió, fue a buscar más, y quedó mal parado en un contragolpe, que terminó con la falta de Schiavi. Orión, la figura, quien no era un atajador de penales llegó al club y ya atajó dos importantes –el de ayer y contra Santamarina-. El resto dejó a Boca clasificado y con chances de ganar el grupo.

Finalizar primero o segundo no cambia mucho, si este equipo tiene una buena tarde puede eliminar a cualquiera en cualquier instancia. Este equipo sabe de hazañas. Pero sería bueno, terminar arriba para definir alguna vez de local, en ese templo que asusta rivales. Pero lo dicho, el acceso a las distintas rondas dependerá mucho de lo que haga Boca, sin importar el rival o el escenario.

BOCA: Orión 8; Roncaglia 6, Schiavi 6, Insaurralde 7, Clemente 6; Ledesma 6, Erbes 6, Erviti 5 (Sánchez Miño 7), Chavez 5 (Rivero); Cvitanich 7 (Mouche 6), Silva 5

miércoles, 11 de abril de 2012

Sólo la victoria y la punta

Boca apenas derrotó 2 a 1 a Argentinos, sin jugar bien, pero logró un triunfo merecido. Arrancó perdiendo desde los 2 minutos, pero lo pudo dar vuelta con goles de Insaurralde y Cvitanich.

No fue una gran actuación de Boca. Lejos estuvo de serlo. Pero sumó tres puntos importantes que le permite volver a la victoria como local por el torneo doméstico y mantener la punta del certamen –incluso sacó más ventaja sobre su nuevo escolta, Arsenal, que figura a dos unidades-.

Lo dicho, la actuación estuvo por debajo de las expectativas. Tal vez, se suba el parámetro tras la sólida goleada sobre Estudiantes, pero ante Argentinos, si bien fue superior y mereció la victoria no jugo bien. Con Roman en un nivel mediocre,  comparándolo con lo que nos tenía acostumbrado, a Boca le cuesta.

Sin Somoza, Boca no tuvo un patrón en el medio. Erbes no pudo reemplazarlo, y así se perdió el eje. Incluso, el joven mediocampista perdió la marca, a los dos minutos, en una pelota parada, y Pablo Hernández la punteó para derrotar a Orión. Otra vez, el Xeneize sufría por no tener a un jugador en el primer palo.

Y al equipo de Falcioni le costó tener la serenidad para generar juego. Riquelme estuvo bien neutralizado y recién a la media hora empezó a mover el avispero y a perturbar al portero del Bicho, que estuvo seguro y atajó varias pelotas difíciles como a Cvitanich. Pero falló en una sola en el primer tiempo, cuando agonizaba esta etapa, se la dejó muerta a Insaurralde y el defensor pudo por fin marcar un gol después de un año y medio.

En el complemento, el cuadro de la ribera fue todavía más superior. Pero recién pudo doblegar con un cabezazo de Cvitanich –en posición adelantada-. Minutos después llegó la expulsión de Berardo y, prácticamente el Bicho no inquietó más. Eso si, el Xeneize no pudo liquidarlo. No supo como hacerlo y terminó sufriendo hasta el último minuto.

Lo importante es que sólo ganó Arsenal entre los perseguidores. Por lo tanto, aumentó su diferencia sobre su único escolta, que ahora es el cuadro del Viaducto –justamente su enemigo en la clasificación a la siguiente etapa de la Libertadores- . Ni Ñuls, ni Velez ni Estudiantes ganaron. Todo marcha bien en el torneo, cuando estamos llegando a la mitad del certamen.

BOCA: Orión 5; Roncaglia 6, Schiavi 6, Insaurralde 7, Clemente 6; Ledesma 6, Erbes 5, Erviti 5, Riquelme 6; Cvitanich 7, Silva 4

viernes, 6 de abril de 2012

"Silvando" alto

Boca goleó a Estudiantes por 3 a 0, le quitó la punta y es el único líder del torneo. Además el Pelado oriental marcó su primer gol en el club, y Ledesma y Mouche completaron la faena. Fue el mejor partido del Xeneize del campeonato.

Hace mucho que Boca no jugaba así. Para buscar un partido mejor que este, tendríamos que remontarnos a la victoria con Colón, el torneo pasado. Pero el triunfo del sábado, toma otra dimensión, por ser ante el puntero, hasta ese momento, Estudiantes y en el estadio Unico. Fue un 3 a 0, contundente y justo.

Después de su actuación ante Arsenal, a Santiago Silva, solo le faltaba el gol, tarea en la que tardó ocho minutos en romper el maleficio. Después de ahí, fue todo de Boca, salvo en algún momento, en el que el Pincha intentó con Enzo Pérez o la Gata Fernández. Pero nunca pasó grandes sobresaltos.

El Pochi jugó su mejor partido en el año. Erviti acompañó. Somoza fue un león, recuperando pelotas claves, como en los dos últimos goles. Ledesma volvió a mojar, tras un pase bárbaro de Chavez. Cvitanich también volvió y demostró que es un jugador que tiene que seguir en la institución.

Muy bueno fue el partido de la dupla central y el arquero, quienes volvieron a ser los del torneo pasado. Excelente partido de Sánchez Miño, seguro en defensa, justamente su rubro más flojo, y convencido en ataque. El 2 a 0 fue justo en el primer tiempo.

En el complemento, Boca le entregó la pelota al local, pero estuvo esperando la contra mortífera. No pudo liquidar Cvitanich. Mouche perdonó en una pero en la siguiente, tras otro pase riquelmeano de Silva, sentenció la historia. Todavía quedaba veinte minutos, pero la victoria y la punta estaban aseguradas.

BOCA: Orión 7; Sosa 6, Schiavi 7, Insaurralde 7, Sánchez Miño 7; Ledesma 8, Somoza 8, Erviti 6, Chavez 8 (Guillermo Fernández); Cvitanich 7 (Mouche 7), Silva 9 (Blandi)