jueves, 31 de mayo de 2012

Todavía se puede


Boca siguió en camino en los tres frentes. No jugó bien pero reaccionó a tiempo frente a Rosario Central para vencerlo en los penales. Sebastián Sosa atajó un penal cuando el Xeneize perdía, luego empató Blandi. El pibe Cristián Alvarez le cambió la cara al equipo con su atrevimiento.

Un nuevo paso hacia la triple corona. Un nuevo paso sufrido. Como otros. Pero productivo y positivo por el solo hecho de seguir con vida en todas las competencias. Lo que ninguno otro equipo puede hacer. El empate con Central fue justo porque los dos hicieron méritos para ganarlo. Pero en los penales Boca sacó fuerza y se metió en semifinales.
A diferencia de lo que hizo, la semana pasada en su duelo por el Nacional B en el que armó un bodrio insoportable contra River, el Canalla salió con actitud de morder cada sector y tratar de lastimar de contragolpe. Sin embargo, los primeros 35 minutos fueron del Xeneize pero levemente.
Con la movilidad de los de arriba, Blandi, Viatri y Mouche, Boca fue más. Pero en el medio no ayudaron mucho, Sánchez Miño jugó uno de sus partidos más discretos en lo que va del año, no obstante le alcanzó para ser de lo mejor del mediocampo. La defensa tuvo desacoples, Caruzzo que venía levantando falló en el centro del gol, y Roncaglia estuvo muy incómodo sobretodo en defensa.
La ventaja fue inesperada para el cuadro rosarino que estuvo muy atrás durante esa etapa pero en el complemento empezó a insinuar con ciertas replicas que hicieron mover el avispero. Un torpe penal de Insaurralde, que sin el apadrinazgo del Flaco Schiavi, estuvo en un nivel mediocre, dejó a Boca con match point en contra. Pero el uruguayo Sosa que ya había salvado un mano a mano frente a Toledo, el autor del tanto rosarino, le detuvo el remate al mismo delantero.
No obstante, el cuadro de Falcioni siguió impreciso durante gran parte del partido. Recién cuando ingresó el juvenil Cristian Alvarez, quien con apenas 19 años, le aportó atrevimiento y desfachatez al equipo, y lideró la levantada. Una buena apertura de cancha, habilitó a Mouche para mandar el centro que sobró a Viatri, pero luego Blandi la empujó casi debajo del arco, faltando casi quince minutos.
En lo quedó del partido, el Xeneize hizo méritos para ganarlo. Lo tuvo Viatri que cabeceó a las manos de García y también Mouche que estrelló un tiro en el palo. Luego llegaron los penales y la alegría por la clasificación. A esta altura, poco importa el sufrimiento. Sí la actitud de darle una alegría a los hinchas en cada punto del país y del continente. Boca todavía puede pelear los tres frentes, y eso es lo que vale.
BOCA: Sosa 7; F. Sosa 5, Caruzzo 5, Insaurralde 5, Roncaglia 5; Chavez 4, Erbes 5 (C. Alvarez 7), Sánchez Miño 6; Viatri 6 (Paredes); Mouche 6, Blandi 7

martes, 29 de mayo de 2012

Tumbó al Cuco


Boca se aprovechó de un pobre Godoy Cruz, que nunca había perdido en La Bombonera. Con un Riquelme intratable, goleó tres a cero y sacó tres puntos de ventaja sobre Tigre y Arsenal.


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Después de la clasificación a semifinales de la Copa Libertadores, Boca volvió a meterse de lleno en el frente interno para defender la punta con todo. Lo hizo casi sin despeinarse, jugó un gran primera media hora, y cuando volvió a acelerar para edificar una goleada importante ante un rival, Godoy Cruz, que siempre lo complicó pero ya no es lo que era. 
El 3 a 0 fue lapidario y justo. El Tomba nunca alcanzó a inquietar y Boca generó muchas situaciones, gracias a la movilidad de los delanteros, pero sobretodo con un Riquelme iluminado. Con el 10 encendido, todo es más fácil. Si le dan espacio, encima, todo parece regalado. El enlace fue el gran tiritero para abastecer las subidas de Clemente, Erviti, y Rivero (recuperó la confianza tras el gol en Brasil y volvió a ser el del año pasado, pero se lesionó y faltará seguramente en el partido de ida de las semifinales)


El primer tanto llego luego que Clemente y Erviti erraran situaciones inmejorables. La apertura se logró gracias a un hermoso centro de Riquelme, que Insaurralde se anticipó al arquero y marcó el 1 a 0. Boca no sacó el freno pese a la ventaja. Lo tuvieron Cvitanich y Mouche, y el segundo arribó recién después que el cuadro mendocino saliera un poco. EN una contra, Clemente sacó rápido un lateral, centro de Mouche, la pelota le cayó justa a Román y este asistió a Cvita para el segundo.
En el complemento, Boca acusó el cansancio de atender tantos frentes pero los mendocinos fueron muy tímidos y casi que inquietaron poco y nada. En el segundo tiempo, parecía estar de más, hasta que llegó la nueva joyita de Román para asistir a Mouche -adelantadísimo- para poner una goleada en la chapa del resultado.
Faltó el gol del Diez. Lo intentó en la última jugada con una apilada fenomenal pero faltó suerte. No importa. Ya era demasiado. La clase de Román era para que aplaudan no solo los hinchas de Boca, sino todos los amantes del buen fútbol.
BOCA: Orión 6; Sosa 6, Schiavi 7, Insaurralde 7, Clemente 7; Rivero 7 (Chavez) , Somoza 7  (Erbes), Erviti 7 (Sánchez Miño); Riquelme 10; Cvitanich 7, Mouche 8

lunes, 28 de mayo de 2012

Revancha consumada

Boca eliminó a Fluminense con un empate agónico sobre la hora conseguido por Silva. No jugó bien, pero hizo valer la diferencia mínima conseguida en La Bombonera.








Es cierto que Boca no jugó para nada bien en Río de Janeiro. Pero también es verdad que cuando perdió el invicto en La Bombonera por la zona de grupos no había merecido caer, y no hubo muchos comentarios al respecto. Además Fluminense sólo tuvo más tiempo la pelota, pero no generó muchas situaciones. De esta manera, se vengó del único equipo brasileño que pudo eliminarlo en Copa Libertadores, a lo largo de este  siglo.
El partido no arrancó bien para Boca. Thiago Neves y Rafael Sobis estaban rápidos y generaban faltas cerca del área. El gol fue inesperado pero no porque Flu no fuera más, sino en la forma que se dio. El Xeneize hasta ese momento no había tenido aciertos en los pases, y eso complicó todo. El tanto fue a través de un tiro libre de Carleto, que se desvió en Rivero, y entró imprevistamente y mansamente en el arco de Orión.
El cuadro carioca fue más a lo largo de esa etapa, pero no cristalizó ese dominio con llegadas al arco defendido por Orión. En el complemento, Falcioni ajustó algunos retoques y el conjunto de la ribera tuvo otra actitud. Igualmente, los pocos avances netos eran para Flu.
Sin esforzarse tanto, al anfitrión se lo notó con algunas dudas atrás y con cierto temor a un gol de Boca que decidiera la cuestión. Pero Román parecía bien controlado, algo que atenta contra toda posibilidad Xeneize. Pero solo parecía. En el minuto noventa, Flu bajó la guardia esperando los penales, Riquelme quedó solo, y metió un pase como solo él puede hacer en el fútbol argentino y pocos en todo el continente, para la aparición de Rivero. La patriada del Burrito dio en el palo, el arquero la sacó casi de adentro, pero Silva, por las dudas, la empujó. Gol del uruguayo y delirio para todo el pueblo de la Boca.
Ahora se viene Universidad de Chile. Otra vez definirá de visitante. Los chilenos son algo ciclotímicos, capaces de hacer seis goles en una rueda, y después quedar al borde de la eliminación, a la que tuvo que recurrir a los penales para evitarla. Será un duro escollo. Pero Boca puede sortearlo. SI jugando mal, pasó. En un buen nivel puede lastimar a cualquiera. Lo que sí, deberá mejorar porque con este nivel demostrado en Rio no alcanza. Pero este Boca puede y sabe hacerlo mejor.
BOCA: Orión 6; Roncaglia 7, Schiavi 7, Insaurralde 6, Clemente 5; Rivero 6, Erbes 5 (Sánchez Miño), Erviti 5(Caruzzo); Riquelme 6; Cvitanich 4 (Mouche 6), Silva 6

martes, 22 de mayo de 2012

El retorno del heredero




Si algo le faltaba a Viatri para calzarse el mote de heredero de Palermo, era volver en un clásico como ante Racing y abrir el camino a la victoria por 2 a 0. El otro lo hizo Blandi. Con este resultado, Boca vuelve a la punta del torneo, cuando faltan cuatro fechas.

Un día de mayo pero de 2000. Palermo volvía después de una lesión de ligamentos en un superclásico copero para eliminar al eterno rival de la Libertadores, con un gol incluido. Doce años después, también en un día de mayo. Viatri, indicado desde que apareció en Primera, como el heredero, retornaba en un clásico por el torneo local. Desaparecido River, descendido a las tinieblas de la B Nacional, buen clásico para regresar eligió Lucas. Contra Racing, y con un gol espectacular, para que Boca sea otra vez puntero del Clausura.

No había jugado bien el Xeneize en el primer tiempo con el equipo muleto. Si bien mostró un buen manejo con Sánchez Miño y se vio a un Mouche movedizo, el conjunto de Falcioni no creó situaciones en la primera etapa. A diferencia, del local que tuvo dos claritas que supo neutralizar Orión, tras remates de Caballero y de Viola –este último fue una atajada espectacular-.

En el entretiempo, Falcioni leyó bien que el juvenil Emiliano Insua caminaba por la cornisa. Estando amonestado, bailaba con la más fea que era controlar al pibe Viola. Cuando nadie se lo esperaba, mando a la cancha a Viatri, para que juegue como enlace o nueve retrasado, Pochi fue a la derecha, Pol Fernández cambió de banda y Sánchez Miño retrocedió a marcar el lateral.

En principio, no pareció haber mucho cambio. Boca no generaba situaciones, pero evidentemente a Racing se le quemaron los papeles. No pudo controlar al tridente, ni tampoco a las subidas de Sánchez Miño. En una subida del pibe, el Xeneize gritó gol, en un verdadero gol de otro partido. Taco de Viatri para desorientar a la defensa y de volea clavó un derechazo inatajable para Saja.

El gol destrozó anímicamente a Racing. Y los pibes se agrandaron. Gran combinación entre Blandi y Mouche, termino luego de una buena jugada de este último, en un golazo del primero que dejó a contramano al ex arquero Cuervo. El 2 a 0 fue exagerado. Pero quien le quita la alegría a estos pibes, que volvieron a demostrar que están para jugar en la Primera de Boca y pelear el título.

BOCA: Orión 8; Sosa 6, Caruzzo 7, Insaurralde 6, Insua 5 (Viatri 9); Fernández 6, Benavidez 6, Sánchez Miño 8; Chavez 5; Mouche 7 (C. Alvarez), Blandi 7 (Araujo)

lunes, 21 de mayo de 2012

Algo es algo




Boca ganó apenas uno a cero en el primer chico del cerrado duelo ante Fluminense. L a diferencia debió ser mayor, pero al menos mantuvo el arco en cero de local, y puede sacar provecho de esto en Río de Janeiro.

Es difícil sacar una amplia ventaja entre un equipo argentino y otro brasileño. Por eso el hecho de ganar, aunque sea por la mínima diferencia y sin goles en contra como local, es un gran resultado. Sin embargo, el 1 a 0 no fue definitivo y no pudo sacar réditos de jugar más de un tiempo con un jugador más.

En el primer tiempo, Boca no pudo hacer pesar el juego de Riquelme. Los delanteros no tuvieron mucho juego. La visita tuvo una situación clara en el comienzo del partido pero terminó de renunciar al ataque luego de la expulsión de Carlinhos.

En el complemento, con el cuadro carioca profundamente retrasado, Falcioni se la jugó; sacó a Erbes y puso a Blandi. Tres delanteros y un raro doble cinco entre Rivero y Erviti, con Román adelantado como único punta. Rápidamente, Boca encontró el rédito esperado. Cvitanich asistió a Mouche y este abrió el marcador.

Boca siguió yendo. Flu, resistiendo. Lo tuvo Schiavi en la más clarita. También Román con un remate de lejos. Pero de a poco ambos empezaron a ver con buenos ojos el 1 a 0. El Xeneize porque se iba con ventaja, sin goles sufridos en su propia meta. La visita todavía está a tiro. Boca viaja a Río sin margen de error, pero con la confianza intacta. Sabe que puede resistir y un gol de visitante obligará a meter tres tantos.

BOCA: Orión 5; Roncaglia 4, Schiavi 6, Insaurralde 6, Clemente 5; Rivero 5, Erbes 5 (Blandi 5), Erviti 5; Riquelme 6; Cvitanich 6, Mouche 7

Punto sin punta


Boca pudo empatar con Velez sin goles, pese a jugar con diez jugadores por más de 45 minutos, y casi no pasó mayores sobresaltos pese a enfrentar a uno de los mejores equipos del fútbol argentino. La mala noticia es que perdió la punta.

Otra vez como hace dos semanas atrás, Boca debió jugar más de un tiempo con un jugador menos. De nuevo, una roja directa que incide en el desarrollo del resto del partido y acorta las posibilidades del equipo. Y otra vez en La Bombonera.

El partido fue realmente chato, de principio a fin. Velez incidió cierta supremacía, con tenencia de la pelota, y las escaladas de Augusto Fernández. Pero Boca emparejó rápidamente. Pero las situaciones escasearon y la única incidencia destacada fue la exagera expulsión de Roncaglia, por roja directa, a instancias del arbitro Loustau, el mismo que había echado a Somoza en la primer parte, pero esta catalogado como “funcional a Boca” por el último superclásico.

En el complemento, Boca retrocedió. Mouche fue a volantear a la izquierda, Sánchez Miño se retrasó y Clemente cambió de carril. Con Cvitanich sólo arriba, más el aporte de calidad de Román, Boca no fue menos que el Fortín. Tuvo una clarita con Mouche que cabeceó mal un centro y un tiro del diez que se fue cerca.

La visita tuvo la pelota un poco más. Solo por la actitud de Boca de contragolpear, solo por eso se notó la inferioridad numérica. Casi no sufrió apremios salvo cuando ingresó el Burrito Martínez pero ni siquiera el talentoso delantero pudo hacer mucho ante la defensa bien parada de Boca.

El empate no dejó muchos puntos para analizar. Solo que se sumó un punto, que pudo ser peor. Al haber estado lejos de la victoria, la igualdad no es mala. Solo que se lamenta la perdida de la punta a tan poco del final del torneo. Pero hay tiempo de recuperarse todavía.

SINTESIS

BOCA: Orión 7; Roncaglia 5, Schiavi 7, Insaurralde 7, Clemente 6; Rivero 5, Erbes 6, Sánchez Miño 6; Riquelme 6; Mouche 6, Cvitanich 5 (Sosa 6)

A vos te tengo visto


Con un Riquelme genial, Boca ganó en Chile y pasó a cuartos de final donde enfrentará a Fluminense, justamente el rival que enfrentó en primera ronda. El 3 a 2 ante Unión Española terminó haciendo más holgada la diferencia de lo que se pensaba en la previa.

El gol sobre la hora en la Bombonera trajo tranquilidad de cara a la vuelta. Y esa ventaja, la hizo pesar Boca. En la revancha, con contundencia y un Juan Román Riquelme mágico como en las grandes noches de Libertadores. Un golazo digno de las mejores proezas del máximo ídolo de la historia Xeneize y pases magníficos para habilitar a sus compañeros en los goles restantes del 3 a 2 ante Unión Española.

El equipo de Falcioni avisó en los primeros minutos pero Mouche no definió bien. Luego se entretuvieron con la tenencia de la pelota, entre los dos equipos. Antes de la media hora, Boca puso un golpe al mentón difícil que fue difícil de levantar para el local. Una pelota parada perfectamente definida por Insaurralde puso el 1 a 0 con el que Boca alargaba la distancia en el global y marcaba el vital gol de visitante.

En el complemento, apareció el show de Riquelme, quien estuvo vivo para aprovechar un error defensivo y asistir a Mouche para poner el 2 a 0 y obligar al adversario de hacer cuatro tantos. Enseguida descontó Pineda. La parada parecía difícil pero Román abortó cualquier rehabilitación. El Diez gambeteó a tres rivales y definió con un toque sutil ante la salida.

Hubo tiempo para que Orión se luzca atajando un penal. Pero en el rebote el argentino Jaime descontó. El 3 a 2 no se modificó pese a la buena intención y el amor propio del anfitrión. Pero la sentencia estaba dictada. Ahora se viene Fluminense en cuarto de final. El mismo equipo brasileño que corto el invicto de 33 partidos del equipo de Falcioni pero es el conjunto que Boca derrotó sin atenuantes en Brasil. Ahora es otra historia.

SINTESIS:

BOCA: Orión 7; Roncaglia 6 (Sosa 6), Schiavi 6, Insaurralde 7, Clemente 6 (S. Miño); Rivero 6, Erbes 6, Erviti 6; Riquelme 9; Mouche 7, Cvitanich 6

lunes, 7 de mayo de 2012

Punta a punto




Boca rescató un empate en el último minuto gracias a un golazo de Blandi. Mouche había adelantado al Xeneize que no lo supo definir, y Rafaela se lo dio vuelta. El 2 a 2 fue entretenido y apasionante. El local protestó por los seis minutos adicionados.

Con el último aliento, otra vez como en la semana por la Copa, Boca reaccionó pero en este caso rescató un punto en Rafaela al empatar 2 a 2 con el cuadro local. El equipo pleno de juveniles que dispuso Falcioni tuvo momentos buenos, y mereció mejor suerte, pero dos descuidos defensivos y la impericia para definir hacían perder un partido que estaba ganado pero Blandi se revindicó después de errar el penal y con una chilena increíble logró el empate, que era lo que menos se merecía el Xeneize.

Con Paredes de enganche, dos volantes por los costados con buen pie como Pol Fernández (de sus tres partidos como titular, fue en el que más activo se mostró) y Chavez, más Sánchez Miño como lateral y, Mouche y Blandi en la ofensiva, era una propuesta interesante para ver.  Justamente este último, con mucha movilidad pero seco a la hora de definir, no parecía estar en su noche., ya que perdió cuatro chances netas –en la última reventó el travesaño-.

Mouche, en cambio, a diferencia de otra época, define bien en las pocas que tiene. Un zurdazo suyo quebró la resistencia de Sara, el arquero rafaelino. A partir de ahí, el local se puso nervioso y Boca por momentos entró en el juego de la rispidez. El cotejo estuvo cortado muchas veces por faltas innecesaria de los dos lados.

El complemento arrancó con un penal dudoso de Dutari cobrado por Maglio, quien a diferencia de la etapa anterior en la que valía todo, empezó a cobrar todo. El penal fue pateado por Blandi en forma anunciada y el arquero supo adivinar la intención para evitar la caída de su vaya por segunda vez. Boca le perdonaba la vida a su rival. Cosa que no pasó del otro lado.

Prácticamente en la primera aproximación, Fontanini cabeceó para poner el empate. Ahí cambió el partido. Fue todo más parejo. Podía ser de cualquiera. Hasta que llegó el tiempo de descuento más largo y apasionante en mucho tiempo. A los 47, la pelota pegó en la mano de Enzo Ruiz en el área de Boca, y el referí compensó. El penal fue cambiado por gol por Gandín.

Parecía partido liquidado. Pero estos chicos demostraron ante Olimpo que tienen la camiseta bien puesta. La materia fibra y garra la tienen bien aprobada. Boca sacó del medio, logró un tiro de esquina, centro de Araujo, cabezazo de Sauro y la chilena impresionante de Blandi para lograr una igualdad que le permite a Boca seguir en la punta pero junto a Newell´s.

BOCA: Sosa 6; Roncaglia 6, Sauro 6, Caruzzo 6, Sánchez Miño 6; Chavez 5 (Araujo), Benavidez 6, G. Fernández 6, Paredes 5 (Enzo Ruiz 5); Mouche 7 (Mazzola), Blandi 7

Con el corazón en La Boca


Un cabezazo agónico de Silva le permitió al Xeneize sacar ventaja en el partido de ida ante Unión Española en una serie que aparenta ser durísima.

Un gol cambia todo. Renueva las ilusionas y modifica la sensaciones de un partido de ida, en el que Boca no jugó bien pero sacó chapa para ganar en el minuto final por 2 a 1, con un golazo del uruguayo Silva, que de a poco, empieza a cumplir en la red.

Empezó con desatino el Xeneize, perdiendo las marcas y quedando expuesto en defensa. No tuvo un buen partido de los defensores, y no empezó perdiendo porque la visita no supo cristalizar en el tanteador las situaciones que tuvo, como el cabezazo del argentino Emanuel Herrera, en el punto penal, que Orión supo controlar.

Pero Román se sacó la modorra y cuando él juega, Boca se despierta. Avisó con un remate que el arquero visitante desvió con muchos problemas. Pero eso fue el preámbulo de lo que venía. El enlace armó un pared con Cvitanich, perfecto lector de la jugada, y clavó un zurdazo abajo inatajable.

Pese a la ventaja, Boca no jugó bien. O se conformó con el 1 a 0. O los chilenos son un equipo que le complicó  a groso modo. De cualquier forma, es un síntoma de alerta, porque el elenco de la ribera no jugó ni a un con ventaja, y le generaron muchas situaciones. Si no le empataron antes, fue por la impericia de los jugadores visitantes.

Recién faltando veinte llegó el empate. Otro argentino, Sebastián Jaime, con pasado en el ascenso no perdonó tras un error en el cierre de Franco Sosa. El empate hizo despertar al anfitrión. Erviti armó una jugada fenomenal, a pura gambeta, pero su tiro dio en el poste. A partir de ahí, sí hubo un solo equipo en la cancha ya que sin muchas situaciones hubo un monologo de Boca en la tenencia debido a la renuncia de los chilenos al ataque.

Cuando todo se complicaba. Cuando el empate con goles era un pésimo resultado, que obligaba a Boca a ganar en Chile, llegó el desahogo. Sosa se recuperó de su error y trabó una pelota, que le quedó a Mouche, quien armó una pared con Román. El centro perfecto del zurdo delantero encontró el testazo a la carrera del Tanque Silva para poner el 2 a 1.

La ventaja fue mínima. Es mínima. No queda margen de error para la revancha. Aun jugando mal, Boca pudo sacar adelante el partido, y ajustando algunos detalles puede sostener la diferencia. Porque si bien es exigua, es eso una diferencia a favor, que Boca puede hacer valer en Chile o en cualquier otro estadio.

BOCA: Orión 7; Sosa 5, Schiavi 5, Insaurralde 5, Clemente 5; Ledesma 6 (Rivero 4), Erbes 6 (Sánchez Miño), Erviti 6; Riquelme 7; Cvitanich 6 (Mouche 6), Silva 6

miércoles, 2 de mayo de 2012

A lo Boca




Con coraje, el Xeneize sostuvo el 1 a 0 hasta el final, aun jugando con dos jugadores menos. El gol de Silva fue el primero del uruguayo con la auriazul en La Bombonera. Otro arbitraje perjudicó al equipo de Falcioni.

Más complicado que en los papeles fue la victoria de Boca sobre Colón. Pero esa perturbación se dio, más que nada por la actuación de Federico Beligoy, quien expulsó a Insaurralde y a Clemente Rodríguez, por lo que el Xeneize terminó jugando con dos jugadores menos, por más de diez minutos en el complemento.

No fue una proeza lo de Boca, ya que enfrente estuvo un equipo que no supo tomar la responsabilidad de jugar con dos hombres más. O el Xeneize no lo dejó, con un trabajo solidario en todas sus formas.

No fue el mejor primer tiempo del equipo de Falcioni. El Sabalero insinuaba complicar con algún contragolpe, pero se quedó en eso, en insinuaciones. Más allá de un remate de Prediger. Boca empezó a adueñarse del desarrollo del cotejo. Pero llegó al gol de la forma menos pensada. Un contragolpe mortífero, perfectamente diseñado por Erviti, el centro perfecto de Cvitanich y la tijera fabulosa de Silva, para abrir el tanteador.

Cuando todo hacía suponer que con la ventaja, Boca se tranquilizaría, llegó la expulsión de Insaurralde, por roja directa, en una decisión apresurada porque el defensor en su afán de rechazar, una vez que lo hace, con el envión golpea al adversario. Con la desventaja numérica, el Xeneize solo resistió en el complemento.

El panorama se oscureció con otra roja. Esta vez de Clemente faltando diez minutos, por exceso verbal. Más allá del aprobio del defensor, Beligoy apenas después que lo amonestó, espero la excusa para echarlo. Con 9, Boca apostó a la resistencia con el apoyo de la gente que sostuvo al equipo. Colón se puso más nervioso, y le costó generar situaciones, aunque en la única Orión salvó al equipo. La expulsión de Moreno y Fabianesi para la visita solo sirvió para la estadística y solo para decir que el arbitraje fue completamente anti Boca, ya que las tres rojas fueron exageradas, pero esta fue la peor.

Con este resultado, el Xeneize quedó como único puntero con Velez como principal amenaza a un solo punto. Con los dos ocupados con la Copa, Newells aparece como un serio candidato, sobre todo si no hay un ganador cuando Boca reciba al Fortín. Pero en el medio, habrá otra fecha y los duelos de Copa que pueden repercutir en el físico y en lo anímico de los dos equipos. Pero esta victoria sin dudas levanta la moral para un conjunto que sigue su camino en los tres frentes y promete dar batalla en todos lados.

BOCA: Orión 7; Sosa 5, Schiavi 6, Insaurralde 5, Clemente 4; Ledesma 6, Erbes 6, Erviti 7; Riquelme 6 (Sánchez Miño); Cvitanich 6 (Caruzzo 6), Silva 7 (Blandi)