Boca siguió en camino en los tres frentes. No
jugó bien pero reaccionó a tiempo frente a Rosario Central para vencerlo en los
penales. Sebastián Sosa atajó un penal cuando el Xeneize perdía, luego empató
Blandi. El pibe Cristián Alvarez le cambió la cara al equipo con su
atrevimiento.
Un
nuevo paso hacia la triple corona. Un nuevo paso sufrido. Como otros. Pero
productivo y positivo por el solo hecho de seguir con vida en todas las
competencias. Lo que ninguno otro equipo puede hacer. El empate con Central fue
justo porque los dos hicieron méritos para ganarlo. Pero en los penales Boca
sacó fuerza y se metió en semifinales.
A
diferencia de lo que hizo, la semana pasada en su duelo por el Nacional B en el
que armó un bodrio insoportable contra River, el Canalla salió con actitud de
morder cada sector y tratar de lastimar de contragolpe. Sin embargo, los
primeros 35 minutos fueron del Xeneize pero levemente.
Con la
movilidad de los de arriba, Blandi, Viatri y Mouche, Boca fue más. Pero en el
medio no ayudaron mucho, Sánchez Miño jugó uno de sus partidos más discretos en
lo que va del año, no obstante le alcanzó para ser de lo mejor del mediocampo.
La defensa tuvo desacoples, Caruzzo que venía levantando falló en el centro del
gol, y Roncaglia estuvo muy incómodo sobretodo en defensa.
La
ventaja fue inesperada para el cuadro rosarino que estuvo muy atrás durante esa
etapa pero en el complemento empezó a insinuar con ciertas replicas que
hicieron mover el avispero. Un torpe penal de Insaurralde, que sin el
apadrinazgo del Flaco Schiavi, estuvo en un nivel mediocre, dejó a Boca con
match point en contra. Pero el uruguayo Sosa que ya había salvado un mano a
mano frente a Toledo, el autor del tanto rosarino, le detuvo el remate al mismo
delantero.
No
obstante, el cuadro de Falcioni siguió impreciso durante gran parte del
partido. Recién cuando ingresó el juvenil Cristian Alvarez, quien con apenas 19
años, le aportó atrevimiento y desfachatez al equipo, y lideró la levantada.
Una buena apertura de cancha, habilitó a Mouche para mandar el centro que sobró
a Viatri, pero luego Blandi la empujó casi debajo del arco, faltando casi
quince minutos.
En lo
quedó del partido, el Xeneize hizo méritos para ganarlo. Lo tuvo Viatri que
cabeceó a las manos de García y también Mouche que estrelló un tiro en el palo.
Luego llegaron los penales y la alegría por la clasificación. A esta altura,
poco importa el sufrimiento. Sí la actitud de darle una alegría a los hinchas
en cada punto del país y del continente. Boca todavía puede pelear los tres
frentes, y eso es lo que vale.
BOCA:
Sosa 7; F. Sosa 5, Caruzzo 5, Insaurralde 5, Roncaglia 5; Chavez 4, Erbes 5 (C.
Alvarez 7), Sánchez Miño 6; Viatri 6 (Paredes); Mouche 6, Blandi 7
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