lunes, 28 de noviembre de 2011

A punto caramelo

Boca venció a Godoy Cruz por 2 a 1 y quedó a solo una unidad del titulo. Si empata el domingo ante Banfield, dará la vuelta olímpica, después de tres años. El escolta es Tigre, que esta a nueve, y  visita el domingo a San Lorenzo. 


Cuando el oficialismo dispuso que el 4 de diciembre sea la fecha de las elecciones, nunca ni en su sueño más optimista podía sospechar que Boca estaría a solo un punto de ser campeón, por primera vez en tres años. Si que estaría cerca, o peleando, pero este equipo de Julio Falcioni por fin en este certamen encontró un nivel acorde a su historia y al plantel que tiene, de lo mas rico, del futbol argentino.
Otra vez, sin Riquelme, el Xeneize tenía una parada bravísima ante un rival al que solo había superado una vez en la historia. Pero este es otro Boca. Si bien el equipo con Román, alcanza el brillo, este conjunto tiene una estructura solida, que le permite tomar vuelo, a través de ese mediocampo notable, hoy bien conducido por el Pochi Chávez. Pero hoy los mejores hombres fueron Somoza, Cvitanich y Rivero.
El orden puede alterarse, pero este trío fue vital. El delantero volvió a la titularidad, y pudo mojar. Además, se movió con mucha soltura, y armó la jugada que finalizo en el penal, que definió el Flaco Schiavi. El Burrito es indispensable para abrir la cancha como en el primer tanto que le permitió abrir el tanteador al ex Banfield cuando poco había pasado.
Después de la primera ventaja Boca se metió atrás, y dio sensación de vulnerabilidad sobretodo por el lado de Clemente. Pero la cosa no pasó a mayores. Somoza se hizo patrón del medio  y con la rueda de auxilio de Rivero, y en menor medida, de Erviti, el cuadro de la ribera volvió a recuperar la supremacía en el terreno.
En el mejor momento de la visita, cuando Cvita se había perdido el segundo, y Mouche no paraba de amagar con definir la situación llegó el penal, correctamente sancionado por Pompei. Cvitanich gambeteo a Nico Sánchez, y el ex Chicago cometió una falta tan infantil y torpe, que pone de manifiesto que en River en los últimos años jugó cualquiera, y por algo esta donde esta.
Lo cierto es que Boca ya ganaba por dos goles, porque el Flaco Schiavi rompió el maleficio de los penales errados. En el complemento, creció el trabajo de Somoza. Rivero no subió tanto pero colaboró para sostener la diferencia. La defensa no tuvo grietas, y Orión paso otra tarde noche medianamente tranquila. Al menos hasta el final.
De contra pudo hacer el tercero Boca. Pero faltó lo de siempre profundidad, y buenas decisiones para manejar los contragolpes. Cerca del desenlace, Ariel Rojas sacó un zurdazo inatajable para descontar y ponerle algo de dramatismo al cierre. Cuando parecía que el empate era una utopía llego lo impensado, el descuento, y así creció la incertidumbre. Por suerte, el cabezazo le cayó a otro ex River, Caruso, que definió con el pecho congelado, un perfecto centro del ex juvenil Xeneize, Gonzalo Cabrera.
La diferencia de un gol no fue la vista en el marcador. Boca fue muy superior al Tomba, que es uno de los mejores en los últimos tiempos. Por lo tanto, refuerza la teoría de que Boca es el mejor. Para ser el campeón solo le falta un paso. Y esta ahí nomas. A la vuelta de la esquina. Nueve puntos sobre el segundo cuando quedan tres fechas.
BOCA: Orión 6; Roncaglia 7, Schiavi 7, Insaurralde 6, Clemente Rodríguez 6; Rivero 7, Somoza 8, Erviti 6 (Colazo), Chávez 6 (Erbes); Mouche 6, Cvitanich 8 (Araujo)

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