Boca apenas empató con San Lorenzo y dejó la punta pero en la cancha se vio un solo equipo grande y ese, obviamente, fue el Xeneize.
Cuando en los clásicos, no se puede ganar, sirve no perder, más si se empieza perdiendo y con el agregado de haber jugado un pésimo primer tiempo, en el que no se generaron situaciones de gol. Por eso, el cambio de actitud, la igualdad y la decisión de atropellar al rival sobre el final hace que el reparto de puntos sea promisorio.
No empezó bien el partido para el Xeneize. Sin dudas, que el primer tiempo se dio como lo diseñó Omar Asad, DT Cuervo, que le cerró los espacios a Boca e intentó complicar de contragolpe con las subidas de los volantes por los costados, mas la movilidad de Salgueiro y Gigliotti para complicar a los defensores de Boca. Sin embargo, salvo en algún error defensivo puntual o las pelotas paradas, San Lorenzo inquietó poco y nada.
En ese primer tiempo, Riquelme estaba controlado, Chavez desaparecido y Erviti empezaba bien y terminaba mal las jugadas. Cvitanich cumplió con algunos desbordes pero nada más que eso. Encima, Clemente no aparecía por sorpresa. Entonces lo de Boca era muy pobre en ataque.
Recién a los 29, el local tuvo su primer tiro al arco. Erviti se animó a encarar, y recibió la falta. El tiro libre de Román paso cerca. Pero en la jugada siguiente, el Cuervo no perdonó. Somoza se durmió en la salida, Caruzzo hizo una falta tan dura como innecesaria. Mendez se hizo cargo de la pena y clavó un zurdazo que se le coló a Orión.El tanto golpeó al Xeneize que estuvo perdido en el último cuarto de hora de esa etapa. La visita no supo aprovechar el momento y tener la grandeza para sentenciar la historia.
En el complemento, todo cambió. Boca fue otro, con un lavado de cabeza en el vestuario y empujado por la gente que se burlaba de su hijo bobo descendido. Román tomo la bandera y realizó un caño de antología a Kalinski, rodeado de cuatro rivales. Minutos después, llegó el empate a través de una buena jugada colectiva, centro de Clemente, cabezazo de Viatri y Cvitanich, habilitado, mandó a la red la pelota, pese a la protesta recurrente Cuerva, esta vez alimentada por la ignorancia de reglamento de los periodista K que transmiten los paritdos.
Luego del 1 a 1, Boca le dio un poco la pelota a CASLA que no supo que hacer con ella. Y al final hubo un tiempo para el vendaval del único equipo grande. El único que quiso ganar el partido. El anfitrión empujado por la mística de la 12 y la Bombonera se llevó por delante a su contrincante y desperdició varias situaciones de gol claras. La más importante fue la doble salvada de Migliore y Palomino a Mouche y Viatri, respectivamente. Realmente, solo faltó la puntada final para ganarlo.
La igualdad dejó a Boca fuera de la punta pero esta a una unidad del líder Rafaela. Con la actitud que tuvo sobre el final, van a ser más los partidos que gane. La mala noticia fue el desperdicio de ganar el clásico y descontarle a San Lorenzo. Pero con su amarretismo, el ex equipo de Boedo demostró que de grande tiene poco y nada. En la Bombonera, el domingo hubo un sólo grande y ese fue Boca.
Formacion:
Orión 6; Roncaglia 6, Schiavi 6, Caruzzo 5, Clemente 6; Chavez 5, Somoza 5, Erviti 5; Riquelme 7; Cvitanich 6, Viatri 6
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