martes, 16 de agosto de 2011

Una goleada para creer

Por primera vez, después de mucho tiempo, Boca cumplió con las tres G: ganó, gustó y goleó a Unión, por 4 a 0 en La Bombonera.


Es verdad. Enfrente no estaba un equipo de gran envergadura. Pero cuantos equipos se cansaron de complicar a Boca, desde el primer minuto hasta el último, incluso y sobretodo en La Bombonera, en los últimos tiempos. Por eso, la actuación, con goleada incluida por 4 a 0 sobre Unión, enciende la ilusión.
Desequilibrado es pensar que todo esta solucionado pero viendo a Riquelme, así como ayer, ilusiona a cualquiera. Clemente volvió a ser aquel de la época de Bianchi. Erviti tuvo muchos encuentros con Román, y jugó el mejor partido con la casaca auriazul –le falta un poco más de decisión o un poco de vuelo propio- y la gran participación de Viatri, autor de dos goles. Particularmente, si me preguntaban antes del partido, quien quería que meta dos tantos en esta noche, era justamente el heredero de Palermo, para empezar a ganar confianza y acallar algún tipo de dudas.
Ni un minuto tardó Boca en marcar el primer gol. Riquelme tiró un buscapié, Erviti dio un delicioso taco para que Viatri se quite las ganas. A partir de ahí, sobretodo con los encuentros por el lado izquierdo, el Xeneize daba la sensación de que debía decidirse para liquidar el partido. La defensa Tatengue dio sobradas muestras de flaqueza y en ataque le faltó pimienta.
Solo un rato, la visita manejó la pelota entre los 20 y 30 del primer tiempo, pero no inquietó para nada. La línea de cuatro no tuvo mayores sofocones y Orión en cada centro brindó la seguridad que no le dieron los últimos porteros al equipo.
No hubo muchas situaciones en ese primer tiempo, pero en cada encuentro entre Roman y Erviti, o el 10 con sus amigos Viatri o Clemente, la sensación era de que algo podía pasar. Pero el primer tiempo, se cerró con un solo gol porque a Boca le faltó decisión.
Esa ambición de ir por más se acentuó en la última media hora del complemento. En los primeros quince, la visita intentó inquietar pero solo se quedó en buenas intenciones. Boca empezó a jugar y a errarse goles de todos los colores. Hasta que faltando diez, llegó el aluvión de tantos.
Primero, Viatri culminó un centro atrás de Colazo, con un remate seco abajo. Luego Riquelme, le puso el moño a una buena jugada de Mouche con un disparo “made in Roman”. Al final, Colazo sacó un zurdazo inatajable para decorar el resultado.
Boca sumó una gran victoria, ganó por cuatro goles de diferencia algo que no sucedía hace más de un año, el día del gol número 219 de Palermo. Esta vez el equipo tuvo toque, fluidez, aceleración y mostró un nivel que ilusiona, aunque solo sean dos fechas.

SINTESIS
BOCA: Orión 6; Roncaglia 6, Schiavi 6, Insaurralde 6, Clemente 8; Rivero 6, Somoza 6, Erviti 7; Riquelme 9; Cvitanich 6, Viatri 9

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