miércoles, 30 de enero de 2013

Historia conocida


El River de Ramón no pudo con los juveniles de Boca y empataron 0 a 0. En los penales, el Xeneize no titubeó y volvió a amargar a su eterno rival.


Cuando Carlos Bianchi dejó trascender que iba a poner un equipo alternativo para enfrentar a River en Mendoza. Muchos habrán pensado, esta historia ya la vi. Uno de los que debe haber pensado eso fue ni más ni menos que Ramón Díaz, quien hace trece veranos atrás dejaba a River, tras perder un partido ante los juveniles de Boca.
Esta vez no hubo derrota para el riojano en los noventa minutos. Pero su cara lo decía todo cuando el partido se moría y el destino de los penales era inevitable. A las excusas de los penales, al menos esta vez tiene el aliciente de que enfrente tuvo a un equipo que defendió más de lo que jugó. Y que contragolpeó poco y nada.
Difícilmente vean la paja en el ojo ajeno, cuando ellos diez atrás habían esperado agazapado para achicar espacios una vez que Boca pasaba la mitad de la cancha. Bianchi le dio una sobredosis de su propia medicina. Y a River lo incomodó de sobremanera.
En el primer tiempo se repartieron la tenencia de la pelota. Salvo en el primer minuto, cuando Ponzio encontró libre a Funes Mori, quien definió apresurado. Muchos pensaban que era la continuación del duelo anterior, ya que un River rápido se aprovechaba de un dubitativo y lento Boca.
Pero de a poco, los pibes Xeneize se hicieron dueño de la mitad de la cancha, y la paridad era un hecho. Sin generar situaciones, Boca hacía su plan a la perfección. Claro, con la salvedad de que no encontraba profundidad. Si el plan era abortar los intentos de Vangioni y evitar dejar a Mora cara a cara con los defensores, todo era excelente. Pero faltaba punch arriba.
En el complemento, todo empeoró. La paridad en la tenencia pasó a la historia. Ponzio se hijo eje. Vangioni le empezó a ganar a un cansado Alan Aguirre y River insinuaba más peligro que Boca. Pero solo quedó en insinuaciones. Casi no generó situaciones netas y si hubo una oportunidad clara de gol fue para el Xeneize. Pol Fernández quedó sólo, pero la pelota nunca le quedó cerca para el remate, Barovero salvó, el rebote le quedó a Erbes, quien definió por encima del portero pero Vangioni salvó en la línea.
Fue la chance más clara de todo el partido. Hubiese sido injusto. Pero poco importan en un superclásico los méritos. Importó la actitud de un Boca sacrificado, solidario y trabajador que se vio en inferioridad de condiciones ante este River sobredimensionado tras el primer triunfo en Mardel.
En los penales hubo emoción pero Boca demostró su hombría y sobriedad. Marcaron Erbes, Viatri, Pol, Blandi y hasta Cellay. Ustari tuvo su noche de gloria defendiendo el arco de Boca. Y la primera alegría grande del verano llega a través de los penales. Bianchi debe estar conforme con que los soldados cumplieron su función de abofetear a River de cara al duelo de Córdoba y poner las cosas a mano prácticamente. El desempate es en solo cuatro días. Con Martínez, Silva y Paredes, tiene que verse otro Boca en ofensiva.
SINTESIS
BOCA: Ustari 8; Albin 5, Cellay 6, Gmo Burdisso 6, Evangelista 6; Aguirre 6 (Bravo 5), Erbes 8, Pol Fernández 6, Colazo 6; Viatri 5, Blandi 5

No hay comentarios:

Publicar un comentario