Boca dio una gris imagen en su debut en la pretemporada. Ganaba 1 a 0, jugando aceptablemente, pero un penal dudoso cambió el rumbo del partido. Luego el Espanyol de Barcelona se puso 3 a 1.
Lo que importa no es el resultado en un partido amistoso, si no, el juego. Y también ahí, la balanza termina dando por el lado negativo. Pero es el primer amistoso y no hay que dramatizar. Algo para pensar en positivo hay. En los últimos veinte, Boca se cayó en lo físico y terminó cayendo 3 a 1.
Arrancó parejo el partido, con un activo Riquelme en la primera señal positivo de la gira. Tal vez la más importante. También se mostró movedizo Erviti. Pero ese equilibrio en la mitad de la cancha se empezó a volcar para el lado catalán, gracias al trabajo de Daniel Osvaldo, argentino nacionalizado italiano que jugó en el Nacional B para Huracán. Los desbarajustes fueron evidentes, Somoza no hizo pie, y la defensa se complicaba, más allá de la cuenta, sobretodo por el lado de Clemente Rodríguez.
Recién en el final del primer tiempo, el Xeneize volvió a emparejar y tuvo dos claras pero fueron producidas, desde afuera del área. Los remates de Román y Rivero se fueron apenas desviado. En ese final del primer tiempo fue auspicioso y esperanzador. Y el complemento arrancó en sintonía con esa recta del desenlace del primer período. Boca se mostró más ambicioso y llegó a la apertura del tanteador, a través de un cabezazo del debutante Cvitanich.
Con la ventaja parecía que el conjunto de Falcioni podía acomodarse mejor y definirlo. Pero un error arbitral, en el que no hubo falta de Schiavi a Osvaldo pero le permitió al ex Globo cambiarlo por gol. Eso fue bisagra, el elenco argentino sintió el impacto tanto en lo físico como en lo anímico.
Hubo un notorio decaimiento físico sobretodo de Schiavi en la etapa final. Se vio desde Buenos Aires por televisión, pero el técnico no lo vio. Y cuando mandó a la cancha a Sosa y Chavez por Rivero y Roncaglia, ambos de correcto partido, a tal punto que el Burrito fue prácticamente la figura del equipo, se vino el desmoronamiento. Otra vez por ese sector, llegó otro gol de los españoles, gracias a un fallido rechazo del ex defensor de Newell´s.
A esa altura uno podía ponerse a pensar si era el central que Boca necesitaba. Para colmo, fue con todo abajo, y el referí cobró otra pena máxima que fue convertida por Verdu. La derrota fue digna. Pero no alcanza. El rival no es la gran cosa y el Xeneize mostró sus viejos vicios de siempre. Inseguridad defensiva y una dependencia de Riquelme. La movilidad que mostró el 10, el nivel de Rivero, el aceptable regreso de Roncaglia como 4 y el debut en la red de Cvitanich son las pocas cosas para destacar en un equipo que seguramente de no ser por el error arbitral, hubiese sacado un resultado más positivo. Pero el error existió, y Boca debe mejorar muchas cosas. Tiene tiempo. Habrá que pensar bien, si con los defensores que Boca tiene esta bien o necesita más.
BOCA 1.3 ESPANYOL
BOCA: Orión 5; Roncaglia 6, Schiavi 4, Insaurralde 5, Clemente 5; Rivero 6, Somoza 5, Erviti 5, Riquelme 6; Cvitanich 6, Viatri 5
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