sábado, 4 de febrero de 2012

Al borde del papelón

Boca no pudo en los noventa minutos ante el modesto Santamarina y tuvo que esperar hasta los penales para eliminarlo y avanzar a la siguiente etapa de la Copa Argentina.


“Ojala jugará siempre contra River” decía hace un año Javier García, por entonces arquero de Boca y figura del verano. Eso podríamos decir todos. Pero River no está. River se fue al Nacional B y no lo vamos a encontrar ni en el torneo local ni en la Copa Libertadores. Tal vez en la final en el Monumental. Pero jugando como con Santamarina Boca no pasa ni la próxima etapa –ante Central Cordoba, de Rosario, equipo de la Primera C. Lo cierto que no todos los equipos se van a asustar contra Boca como lo hizo siempre el ex Millonario.
A veces desde Europa vienen noticias de que conjuntos desconocidos dan el golpe como ocurrió con el Alcorcon ante el Real Madrid hace un par de temporadas, y todo el mundo se conmueve. Por pocos minutos, Santamarina estuvo al borde de hacer correr su nombre por todo el planeta. Es que el Xeneize salió a jugar con pocas luces, y hay veces que con la camiseta no alcanza.
Diez minutos bastaron para saber que no iba a hacer cosa fácil. En pocos segundos, el cuadro de Tandil tuvo una clara pero definió horrendo su delantero Michel. A los pocos segundos, otra vez el delantero remató al cuerpo de Orión, y luego Ocaño hizo esforzar al Flaco Schiavi para que este rechace en la línea.
Pasaron esos diez minutos, y el Xeneize empezó a acomodar. Parecia algo lógico en cierto punto. Con Clemente y Riquelme jugando sus primeros minutos en el año, Rivero volviendo de la lesión, Erviti y Somoza no habían hecho un buen partido ante River asi que era previsible que no estén en su mejor forma. Schiavi había tenido un golpe que lo había sacado en el entretiempo superclásico y la dupla Cvitanich-Blandi jugaba por primera vez desde el inicio.
De a poco, el conjunto de Falcioni empezaba hacerse el dueño de la pelota. Pero pasó lo inesperado. En tiempo de descuento, Boca regaló la pelota en la salida, Zarate envió un centro perfecto y Michel cabeceo al gol y fue héroe por un rato largo.
Ese cimbronazo hizo despertar a Boca. Román tomó la posta y el Xeneize empezó a generar peligro claro sobre el área de Bertoya. Alrededor de los 20, llegó algo de alivio. Centro del Diez, Roncaglia cabeceó al gol. El Xeneize siguió yendo pero no pudo definirlo. Faltaron ideas, faltó futbol. Faltaron muchas cosas. Al menos hubo actitud en el segundo tiempo. El segundo tiempo fue otra cosa, un nivel aceptable de Riquelme después del parate, la voluntad de Cvita, el despliegue de Clemente, y el trabajo de Roncaglia, que no se quedó con su gol, incluso desbordó en una de las tantas situaciones.
El final fue dramático. Boca impuso su categoría y jerarquía a la hora de patear los penales, con Roman, Chavez, Ledesma y Schiavi. Somoza tiró una masita que volvió a poner a Tandil en partido luego de la atajada de Orión, al 5 picapiedra que volvió loco a Roman con una marca pegajosa y que rozó la mala leche.
La clasificación es un alivio. Pero este resultado enciende la alarma. Si el sueño es ganar la Libertadores hay que mejorar. Porque todos los equipos nos van a querer ganar con las ganas que tuvo Santamarina, pero tal vez no perdonen como lo hizo en el primer tiempo. A ponerse las pilas y que el árbol no tape el bosque.


 Boca: Orión 7; Roncaglia 7, Schiavi 5, Insaurralde 5, Clemente 5; Rivero 5 (Chavez 6),  Somoza 5, Erviti 5 (Ledesma 6), Riquelme 5; Cvitanich 6 (Mouche), Blandi 5

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