sábado, 1 de junio de 2013

Morir de pie


En una serie demasiado pareja, Boca se quedó afuera por penales en una definición dramática e infartante. La tonta expulsión de Clemente fue determinante.


En el fútbol se gana y se pierde. Esta vez la suerte fue esquiva. Pero cuando un equipo muere de pie, dejando todo, el dolor se atenua. Por eso, hay que estar orgulloso de este conjunto de Bianchi que peleó hasta el final, aun en inferioridad númerica.
Difícilmente un semestre mal parido desde el vamos podía terminar de otra forma. Un andar paupérrimo en el torneo local y un andar irregular en la Copa, con muchas lesiones de jugadores. En algunos a veces se lesionaba hasta el suplente del titular que también estaba averiado. Así fue la fortuna de Boca, en lo que va de 2013, y así fue el final.
Boca arriesgó demasiado jugando con un 4-4-1-1, dependiendo en demasía de lo que pueda hacer Román, de que Blandi tenga una y la meta, que Sánchez Miño suba o en definitiva en acertar un pleno en alguna pelota parada. Enfrente estaba Newell´s, lejos el mejor equipo argentino del momento.
No obstante en ningún momento de la serie, quedó evidenciado quien era el puntero del certamen y quien era el anteúltimo. En primer lugar, es otro torneo. Y la motivación de Boca cuando de la Copa Libertadores se trata.
Con eso, y una estructura sólida, le bastó a Boca para maniatar el juego vistoso y electrizante que propone el Leproso, que casi nunca pudo hacer su juego. Los 180´ se dieron casi como lo pensó Bianchi –con la excepción del desenlace- y la jugada que fue bisagra del partido. Rondando el primer cuarto de hora del complemento, una buena jugada de Riquelme, derivó en un tiro en el palo de Blandi. En la réplica, Clemente hizo un foul táctico para frenar el contragolpe y se llevó la merecida amarilla. Pero en un segundo de locura, “pecheó” al árbitro Germán Delfino y lo obligó a expulsarlo.
Ahí se terminó el partido del Xeneize en ataque. Bianchi sacó al único punta, Blandi, y metió a Zarate para reforzar la línea de cuatro. El tan mentado gol de visitante nunca llegó. Tampoco el local tuvo muchas ideas para abrir el cerrojo y hubo lugar para los penales, que tantas veces le dio alegría a Boca y a Bianchi. Pero esta vez la suerte no acompañó. Se patearon 13 penales, y la victoria fue para Ñuls, 10 a 9.
Habrá tiempo para hacer un análisis. Habrá que corregir errores. Pero de cara a lo que viene, cuando un equipo llega hasta cuartos de final de un torneo como la Libertadores, y de la forma en la quedó eliminado –sin perder en la serie-, son motivos de orgullo y de esperanza para el semestre que viene. Sin dramatizar, este plantel con algunos retoques, tiene con que afrontar futuros compromisos.

BOCA: Orión 7; Marín 6, Caruzzo 5, Pérez 7, Clemente 3; Erbes 5, Somoza 6, Erviti 6 (Juan Manuel Martínez), Sánchez Miño 5 (Ribair Rodríguez); Riquelme 5, Blandi 5 (Zarate 5)

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