domingo, 29 de diciembre de 2013

2013: El final de un año ilógico

En el año del regreso de Bianchi, Riquelme y Gago a la institución, Boca no solo no ganó ninguno título, sino que estuvo lejos de hacerlo. El penúltimo puesto en el Final 2013 y la no clasificación a la Libertadores 2014 convirtieron un año plagado de ilusión en un año con números rojos en lo deportivo.


 Hace 12 meses cuando cualquier levantaba la copa para brindar imaginaba un 2013 lleno de logros. El tan ansiado regreso de Carlos Bianchi tras nueve años de siesta era una realidad, y había promesas de otros retornos de glorias como Riquelme o Gago para el verano que comenzaba. Este año que termina, fue bien distinto a lo que muchos soñábamos por aquel entonces. Pasaron tantas cosas, por cierto la mayoría malas que parece que fueron más de doce meses.
Es cierto, el año empezó mal barajado de entrada. La otra vuelta soñada, la de Riquelme, la que parecía segura, tardó más de la cuenta. Tuvieron que pasar las dos derrotas de verano contra River para que el ídolo recapacitara, se olvide de sus palabras y decida venir “a sufrir junto a Carlos”. Ese vaticinio, lamentablemente, es lo que finalmente, fue un año que se sufrió más de lo que se gozó.
El primer semestre tuvo a Boca con un andar errático por el torneo local y con una trabajosa clasificación a la segunda ronda de la Libertadores. Para ese certamen, Boca en octavos debía enfrentar a Corinthians, el último campeón. Contra todos los pronósticos, este equipo de Bianchi se hizo fuerte de visitante, rescató un punto con un golazo de Román y accedió a cuartos. En esa instancia, chocó con Newell´s y, pese a ser levemente superior en los 180 minutos, cayó en los penales.
Lo único que quedaba era salvar el honor y no salir último en el campeonato de entrecasa. Esa deshonra se evitó por un solo punto por encima del descendido Unión pero la peor campaña en torneos cortos era un hecho. Ni siquiera la Copa Argentina, trofeo que Boca defendía, pudo servir para bálsamo. El Xeneize fue eliminado en octavos por All Boys sin atenuantes.
Para el Inicial era hora de hacer un manotazo de ahogado. Boca se desprendió de Somoza, Lautaro Acosta, Silva, Erviti, Franco Sosa, Clemente Rodríguez, Viatri, Albín y Ustari, todos jugadores, salvo Erviti, que tuvieron un pobre desempeño en el último tiempo, pero sobretodo porque la mayoría nunca entendió lo que es Boca –excepto contadas excepciones-.
Para el Final, Boca decidió hacer pocas incorporaciones pero de renombre. Finalmente, Fernando Gago, esta vez, si volvió y mientras el físico se lo permitió tuvo grandes rendimientos como contra Velez o Racing, en los que condujo al equipo. Cata Díaz también retornó. La sorpresa fue Gigliotti, un jugador que tal vez trajo pocas expectativas cuando llegó pero cumplió con goles importantes como a la Academia, en su debut como titular, o contra River.
Parrafo aparte para los duelos contra el equipo de Ramón Díaz que dieron las únicas alegrías del año. En el primer clásico, en la Bombonera, con un equipo plagado de pibes, fue apenas empate. La fiesta fue en las tribunas, ya que se trataba del regreso de River a los superclásicos, tras su desaparición del fútbol grande un año atrás cuando descendió. El otro, en el Monumental, sin hinchas visitantes, Boca se las ingenió para ganar un clásico que tampoco quedará en las retinas de nadie por lo bien que jugaron los dos equipos, sino por el hecho de que se jugó con fans del anfitrión, nada más.
El sexto puesto compartido en este torneo fue un poco mentiroso. Boca peleó hasta el final de la anteúltima fecha pero salvó en algunos partidos, nunca tuvo nivel para ser verdadero protagonista, falló en partidos claves como contra CASLA, Newell´s y Arsenal pero aun podría haber sido campeón si le ganaba los últimos dos partidos de local a All Boys y a Gimnasia. No habla bien del Xeneize, sino que explica porque San Lorenzo es el campeón más mediocre de la historia de los torneos cortos. Este Boca terminó a solo cuatro puntos.

No obstante, este dato de que Boca, sin nada, casi pelea el campeonato no puede dejarse a un lado para desdramatizar lo que viene. El Xeneize tiene al mejor DT y jugadores claves, que sin lesiones puede fortalecer. Además de futbolistas, que amagaron pero todavía no encontraron su techo en el club como el Burrito Martínez, Sánchez Miño o Paredes. Lamentablemente, no habrá Copa para brindar este año pero el equipo tiene con que mejorar. Lo dijo Bianchi, con todos los contratiempos que tuvo y el nivel que mostró “es ilógico que salga campeón”. Sin embargo, hay material y sería lógico que este equipo mejore.

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